Las potencias del Eje en la Segunda Guerra Mundial
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Principales alianzas durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945)
Hubo dos alianzas importantes durante la Segunda Guerra Mundial: las potencias del Eje y los Aliados.
Los tres miembros principales de lo que con el tiempo llegó a conocerse como la alianza del Eje fueron Alemania, Italia y Japón. Estos países estaban dirigidos por el dictador alemán Adolf Hitler, el dictador italiano Benito Mussolini y el emperador japonés Hirohito. En septiembre de 1940, los tres países formalizaron su alianza mediante el Pacto Tripartita. Posteriormente, otros cinco países se unieron al pacto y se convirtieron en las potencias del Eje. Estos países fueron Bulgaria, Croacia, Hungría, Rumania y Eslovaquia. Cada uno de los seis aliados europeos de Alemania en el Eje participó en el Holocausto, ya fuera asesinando a judíos o transfiriéndolos a custodia de los alemanes para ser asesinados.
Las potencias Aliadas estuvieron encabezadas por Gran Bretaña, Estados Unidos y la Unión Soviética. Estos países estaban gobernados por el primer ministro británico Winston Churchill, el presidente de EE. UU. Franklin D. Roosevelt y el premier soviético Joseph Stalin. Se aliaron formalmente cuando firmaron la declaración de las Naciones Unidas el 1º de enero de 1942. Otros 15 estados independientes también firmaron la declaración en esa misma fecha. Además, la declaración fue firmada por los gobiernos en el exilio de otros ocho estados que estaban ocupados por las potencias del Eje. Para marzo de 1945, otros 21 estados le habían declarado la guerra a Alemania y habían firmado la declaración.
A diferencia de los Aliados, las potencias del Eje nunca desarrollaron instituciones para coordinar su política exterior ni dirigir operaciones militares conjuntas, pero a pesar de ello se comprometieron a prestarse mutuamente ayuda militar y política.
Formación de la alianza del Eje
A finales de la década de 1930, las tres potencias que formarían la alianza del Eje lanzaron campañas de expansión territorial que les costaron el apoyo de la mayoría de las potencias mundiales importantes.
Itala invadió Etiopía (que entonces también se conocía como Abisinia) el 3 de octubre de 1935.
Japón ya se había apoderado de Manchuria (parte de China) desde el 18 de septiembre de 1931. Después, el 7 de julio de 1937, Japón invadió el resto de China, con lo que inició la guerra del Pacífico.
Alemania inició su expansión de preguerra en 1938 al anexarse Austria y la región de los Sudetes (que era parte de Checoslovaquia). En marzo de 1939, los alemanes dividieron el resto de Checoslovaquia entre el Protectorado de Bohemia y Moravia, controlado por Alemania, y el recién creado estado satélite de Eslovaquia.
Su agresión contra otros países dejó a Alemania, Italia y Japón con pocos amigos entre los países del mundo. Para poner fin a su aislamiento, las tres naciones comenzaron a unirse y a celebrar tratados y pactos.
El Eje Roma-Berlín
Italia y Alemania empezaron a estrechar sus relaciones en 1936, luego de que la Liga de las Naciones le impuso sanciones a Italia por invadir Abisinia, después de que terminó la alianza de ese país con Gran Bretaña y Francia. El 25 de octubre de 1936, Alemania e Italia formaron un tratado de amistad en el que se comprometieron a seguir una política exterior común. Debido a un discurso que dio Mussolini una semana después, esta alianza se conoció como el Eje Roma-Berlín.
El pacto Anti-Comintern
El 25 de noviembre de 1936, un mes después de que Alemania e Italia formaron su tratado de amistad, la Alemania nazi y el Japón imperial firmaron el pacto Anti-Comintern. Con este pacto, los dos países se prometieron ayuda mutua para combatir la amenaza que representaba la Internacional Comunista. Aunque el pacto no mencionaba a la Unión Soviética, en efecto se dirigía a ese país, ya que en ese momento tenía hostilidades con Japón. Italia se unió al pacto Anti-Comintern el 6 de noviembre de 1937.
El pacto de Acero
El 22 de mayo de 1939, Alemania e Italia expandieron su alianza política para convertirla en militar al firmar el pacto de Amistad y Alianza. Mussolini lo apodó como el pacto de Acero, y en él se establecía la cooperación militar y el apoyo defensivo mutuo entre Alemania e Italia.
La Segunda Guerra Mundial comenzó el 1º de septiembre de 1939, cuando Alemania atacó a Polonia. Dos días después, Gran Bretaña y Francia le declararon la guerra a Alemania. A pesar del pacto de Acero, al principio Italia se mantuvo neutral. El 10 de junio de 1940, poco antes de que Alemania derrotara a Francia, Italia entró en la guerra como aliada de Alemania. Además de invadir Francia, las fuerzas italianas atacaron los intereses británicos en el norte y el este de África.
El pacto Tripartita
Alemania, Italia y Japón firmaron el pacto Tripartita el 27 de septiembre de 1940. Con este pacto se formalizó la alianza entre los tres países que posteriormente se designaron como las potencias del Eje.
En el pacto, Japón reconocía “el liderazgo de Alemania e Italia en el establecimiento de un nuevo orden en Europa”. A cambio, Alemania e Italia reconocían el derecho de Japón a establecer un nuevo orden “en la gran Asia oriental”.
Los signatarios aceptaron prestar ayuda a los demás en caso de ser atacados por algún país con el que no estuvieran en guerra. Esta cláusula estaba destinada a ser una advertencia para que Estados Unidos se mantuviera al margen de las guerras de Alemania e Italia en Europa y África del norte. También era una advertencia para que se abstuviera de intervenir en las conquistas de Japón en Asia oriental.
Alemania presiona a otros estados europeos para que se unan a las potencias del Eje
En julio de 1940, apenas semanas después de la derrota de Francia, Hitler decidió que la Alemania nazi atacaría a la Unión Soviética en la primavera del año siguiente. Para hacerlo, Alemania necesitaba asegurar materias primas, establecer derechos de tránsito para sus tropas y obtener la cooperación o participación de otros estados europeos. Así que Alemania empezó a engatusar y a presionar a los estados europeos que simpatizaban con el régimen nazi para que se unieran al Eje. La Alemania nazi le ofreció ayuda económica a Eslovaquia. También le ofreció protección militar y territorio soviético a Rumania, y le advirtió a Hungría que podría retirarle el apoyo que recientemente le había dado a su anexión de territorios checoslovacos y rumanos.
Cuando Italia no pudo conquistar Grecia a fines del otoño y en el invierno de 1940 a 1941, Alemania comenzó a preocuparse más por asegurar su flanco suroriental en los Balcanes. El éxito de Grecia al repeler a las fuerzas italianas permitió que Gran Bretaña, su aliada, estableciera una cabeza de playa en el continente europeo. Para subyugar a Grecia y expulsar a los británicos de Europa continental, la Alemania nazi trató de incorporar también a Yugoslavia y a Bulgaria en la alianza del Eje.
Hungría
Hungría estaba comprometida con Alemania e Italia, ya que le habían otorgado parte de Checoslovaquia en 1938 y habían aprobado su anexión del norte de Transilvania, que pertenecía a Rumania, en septiembre de 1940. Los dirigentes de Hungría también ansiaban recibir un trato económico preferencial de la Alemania nazi. Hungría se unió a la alianza del Eje el 20 de noviembre de 1940.
Rumania
Después de solicitar y recibir una misión militar alemana en octubre de 1940, Rumania se unió al Eje el 23 de noviembre de ese mismo año. Los rumanos esperaban que su apoyo leal a la invasión alemana de la Unión Soviética y los envíos constantes de petróleo: (1) destruyeran la amenaza soviética, (2) les permitieran recuperar las provincias que la Unión Soviética se había anexado en junio de 1940 y (3) les otorgaran el apoyo de Alemania para la devolución del norte de Transilvania.
Eslovaquia
La existencia de Eslovaquia como un estado soberano dependía de Alemania tanto política como económicamente. De esta forma, Eslovaquia hizo lo propio y se unió a la alianza del Eje el 24 de noviembre de 1940.
Bulgaria
Al principio, los dirigentes búlgaros utilizaron maniobras dilatorias y se resistieron a la presión de Alemania para unirse a la alianza del Eje. Estaban renuentes a involucrarse en una guerra con la Unión Soviética. Tampoco querían antagonizar a Yugoslavia, la cual era, por lo menos de nombre, aliada de Grecia. Sin embargo, Bulgaria se unió al Eje después de que los alemanes le ofrecieron territorio griego en Tracia. Los alemanes también eximieron a Bulgaria de participar en la invasión de la Unión Soviética. Bulgaria se unió al Eje el 1º de marzo de 1941.
Yugoslavia
Yugoslavia se unió al Eje a regañadientes el 25 de marzo de 1941. Lo hizo porque los alemanes aceptaron respetar su neutralidad en la guerra contra Grecia y no le exigieron derechos de tránsito para las tropas del Eje. Dos días después, los oficiales militares serbios que se habían opuesto al pacto Tripartita derrocaron al gobierno yugoslavo que lo había firmado. Esto enfureció a Hitler. Alemania atacó a Yugoslavia el 6 de abril, y poco después Italia y Hungría se unieron a la invasión. A mediados de abril de 1941, las potencias del Eje derrotaron, desmembraron y ocuparon Yugoslavia. En consecuencia, Yugoslavia nunca se convirtió en una de las potencias del Eje.
Croacia
A raíz del desmembramiento de Yugoslavia, las potencias del Eje crearon un estado satélite llamado Estado Independiente de Croacia. Estaba administrado por croatas que pertenecían al movimiento fascista Ustaša. El Estado Independiente de Croacia se unió al Eje el 15 de junio de 1941.
Finlandia
El 26 de junio de 1941, cuatro días después de que el Eje invadiera la Unión Soviética, Finlandia entró en la guerra contra la URSS como “cobeligerante”. Los finlandeses buscaban recuperar el territorio perdido durante la guerra de invierno de 1939 a 1940 con la Unión Soviética. Finlandia nunca firmó el pacto Tripartita ni estableció ninguna alianza formal con la Alemania nazi. Sin embargo, sí permitió que las fuerzas alemanas transitaran y operaran en su territorio, y hubo fuerzas finlandesas que combatieron al lado de las fuerzas alemanas. Debido a que fungió como aliada de la Alemania nazi, en ocasiones se designa incorrectamente a Finlandia como una de las potencias del Eje.
Desintegración y derrota del Eje
El 7 de diciembre de 1941, Japón lanzó un ataque sorpresa contra Estados Unidos en Pearl Harbor. En cuestión de días, Alemania y las potencias europeas del eje le declararon la guerra a Estados Unidos. En respuesta, Estados Unidos, Gran Bretaña, la Unión Soviética, China y otros 22 gobiernos declararon formalmente que trabajarían unidos para derrotar a las potencias del Eje. Antes del final de la guerra, 21 gobiernos más se unieron a la alianza.
En consecuencia, a principios de 1942, Alemania y sus aliados se encontraron librando una guerra mundial. Para principios de 1943, las derrotas militares acumuladas en Europa y África empezaron a erosionar algunos de los compromisos que habían establecido las potencias del Eje.
Italia
Italia fue la primera potencia del Eje que se dio por vencida.
A finales de julio de 1943, los líderes del Partido Fascista de Italia derrocaron y arrestaron a Benito Mussolini, líder del partido y dictador de Italia. El país se rindió ante los Aliados el 8 de septiembre de 1943.
Las fuerzas alemanas ocuparon la mitad norte de Italia y liberaron a Mussolini de la prisión. Entonces, Mussolini estableció la República Social Italiana con sede en la ciudad de Salò, en el norte de Italia, y dependiente por completo de Alemania.
Rumania
El 23 de agosto de 1944, a raíz del derrocamiento del mariscal Ion Antonescu, dictador de Rumania, el país cambió de bando. Las tropas rumanas combatieron al lado de las soviéticas durante el resto de la guerra.
Bulgaria
Después de que los soviéticos rechazaron su propuesta de armisticio, Bulgaria se rindió el 8 de septiembre de 1944. El Frente de la Patria, encabezado por los comunistas búlgaros, tomó el poder y derrocó al gobierno que estaba a favor del Eje. Después le declaró la guerra a la Alemania nazi.
Finlandia
El 19 de septiembre de 1944, Finlandia firmó un armisticio con la Unión Soviética.
Hungría
En marzo de 1944, Alemania obligó a Hungría a aceptar la ocupación de las fuerzas alemanas. La razón principal de la ocupación alemana era el legítimo temor de que Hungría abandonara el Eje, como había hecho Italia seis meses antes. Hungría nunca se rindió. La guerra terminó para Hungría a principios de abril de 1945, cuando el ejército rojo de la Unión Soviética expulsó a las últimas fuerzas alemanas y húngaras del territorio húngaro.
Eslovaquia
A finales de agosto de 1944 estalló en Eslovaquia una insurrección nacional contra el gobierno pronazi. En respuesta, Alemania ocupó el país para sofocar la revuelta. Eslovaquia se mantuvo en el Eje hasta que los soviéticos capturaron la capital, Bratislava, a principios de abril de 1945.
Croacia
Los últimos fanáticos de la Ustaša croata permanecieron en Croacia hasta finales de abril de 1945, cuando los partisanos dirigidos por comunistas yugoslavos los capturaron o los obligaron a cruzar la frontera hacia la Eslovenia ocupada por Alemania y Austria.
Alemania
Después del suicidio de Hitler el 30 de abril de 1945, la Alemania nazi se rindió incondicionalmente ante los Aliados entre el 8 y el 9 de mayo de ese año.
Japón
Después de la derrota de todos sus aliados del Eje, Japón siguió combatiendo solo durante el verano de 1945. Se rindió formalmente el 2 de septiembre de 1945.
Fecha de la última edición: Nov 30, 2022
Aliados de la Segunda Guerra Mundial
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Aliados Aliados tras el ataque a Pearl Harbor Potencias del Eje Países neutrales
Los Aliados fueron el conjunto de países opuestos política y militarmente a las potencias del Eje durante la Segunda Guerra Mundial. Más concretamente se suele referir con este término a la coalición militar liderada a partir de 1941 por Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Soviética (en cierto modo también por China en el teatro asiático-pacífico, llegando a denominar los cuatro con el término de Cuatro Policías) contra las Fuerzas Armadas de la Alemania nazi, el Japón imperial y la Italia fascista (hasta su derogación en 1943). Históricamente se suele incluir entre los aliados principales también a Francia por su significado geopolítico y participación en la partición de Alemania después de la guerra. En el sentido posbélico, se suele referir con los términos «potencias aliadas» u «ocupación aliada» a estos cuatro Estados occidentales.
Al comenzar la guerra el 1 de septiembre de 1939, la coalición enfrentada a Alemania consistía en la República Francesa, Polonia y el Reino Unido, al cual se unieron poco después algunos dominios del Imperio británico y el resto del Imperio (Canadá, Australia, Nueva Zelanda, el Dominio de Terranova y la Unión Sudafricana), el Raj británico y el Reino de Nepal. En 1940, se unieron la Francia Libre, Dinamarca, Noruega, Bélgica, Luxemburgo, los Países Bajos, el Reino de Grecia y el Reino de Yugoslavia. En junio de 1941, la llamada Operación Barbarroja propició que la URSS se uniera a los Aliados. Estados Unidos, que ya había apoyado a los aliados en los primeros años de la guerra, se unió activamente en diciembre de 1941, tras el ataque japonés a Pearl Harbor, que además propició la incorporación de otros países, incluidos algunos del continente americano como México. En el frente asiático, la República de China ya se encontraba en plena guerra sino-japonesa, la cual se convertiría en el frente asiático de la guerra mundial.
Aliados de la Segunda Guerra Mundial[editar]
República de China[editar]
Cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial, la República de China ya se encontraba luchando contra el Imperio de Japón desde 1937.
Durante la década de 1920 el gobierno del Kuomintang fue asistido por la Unión Soviética, la cual ayudó a reorganizar el partido junto al modelo leninista de la unificación del partido, Estado y ejército. Sin embargo, tras la unificación de China, el generalísimo Chiang Kai-Shek purgó a los izquierdistas de su partido y rehusó aliarse con el Partido Comunista de China para luchar contra los nipones; en su lugar, optó por luchar con ambos a la vez. Siguió siendo así aún después del incidente de Mukden y el régimen títere de Manchukuo establecido por las tropas japonesas en 1931. Las campañas anticomunistas de Chiang continuaron mientras luchaba en conflictos pequeños e incesantes contra Japón a lo largo de los años 1930. China vio perder sus territorios ante Japón pedazo por pedazo en este periodo.
En los primeros años de la década de 1930, Alemania y la República de China se hicieron socios muy cercanos en las áreas del intercambio industrial y militar. La Alemania nazi proveyó la más grande proporción de importaciones de armas y pericia técnica chinas. Después del incidente del puente de Marco Polo del 7 de julio de 1937, China y Japón se enfrascaron en una guerra a gran escala que duró hasta 1945. En un principio, Alemania no denunció los crímenes de guerra en China, tales como la Masacre de Nankín de 1937. No obstante, Alemania reconoció también que Japón era más capaz de luchar contra la Unión Soviética, y la cooperación con China se rompió en mayo de 1938. La Unión Soviética, deseando mantener a China en la lucha contra Japón, apoyó a China con algo de asistencia militar hasta 1941, hasta que cesó la lucha con Japón para así prepararse para la guerra contra Alemania.
A pesar de que China había estado luchando más tiempo que cualquiera de las fuerzas aliadas, sólo se unió a los Aliados, de manera oficial, después del ataque a Pearl Harbor, el 7 de diciembre de 1941. Chiang Kai-shek sintió que la victoria aliada estaba asegurada con la entrada de los Estados Unidos en la guerra y declaró la guerra a Alemania y a las otras naciones de las Potencias del Eje. Sin embargo, la ayuda aliada permaneció baja mientras se cerraba el camino a Birmania y sufrieron una serie de derrotas militares contra Japón en el comienzo de la campaña. El grueso de ayuda militar no llegaría hasta la primavera de 1945. Más de 1.5 millones de tropas japonesas fueron atrapadas en el teatro de operaciones de China; las tropas que de otra manera pudieron haber sido desplegadas en otra parte, tenían a China colapsada e hicieron una paz separada con Japón.
Segunda República Polaca[editar]
Artículos principales: Contribución polaca a la Segunda Guerra Mundial e Historia de Polonia (1939-1945).
El 1 de septiembre de 1939, Alemania invadió Polonia. El Reino Unido y Francia le dieron dos días a Alemania para retirarse de Polonia. Una vez que pasó la fecha límite, el 3 de septiembre, el Reino Unido, Australia, y Nueva Zelanda le declararon la guerra a Alemania, seguidos rápidamente por Francia, Sudáfrica y Canadá. En la madrugada del 1 de septiembre de 1939, sin previa declaración de guerra, invadió Polonia desde varios puntos del oeste del país. El 17 de septiembre, la Unión Soviética, siguiendo su acuerdo secreto con Alemania, invadió Polonia desde el este, convirtiendo las defensas polacas en un caos mediante la apertura de un segundo frente. Alemania y Unión Soviética ocuparon todo el territorio polaco en tan solo 36 días. Como consecuencia de la Campaña de Septiembre, la Polonia ocupada consiguió crear un poderoso movimiento de resistencia y contribuyó con fuerzas militares significativas al esfuerzo aliado durante el resto de la Segunda Guerra Mundial.
Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte[editar]
Artículos principales: Imperio Británico y Reino Unido en la Segunda Guerra Mundial.
El Reino Unido fue el principal enemigo de Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Luego de la invasión nazi a Polonia, el 1 de septiembre de 1939, los británicos (junto con los franceses), fueron los primeros en declararle la guerra a Hitler el día 3. Posteriormente, Mussolini, el aliado de Hitler, le declaró la guerra a los británicos. El Reino Unido repudiaba las formas de gobierno de la Alemania nazi e Italia fascista y estaba dispuesta a luchar contra ellos.
Tan pronto como Winston Churchill llegó al poder, el Reino Unido se convertiría en una amenaza para Alemania. A causa de esto, los alemanes mantuvieron una cruenta guerra aérea, a consecuencia de esto Reino Unido inicia una campaña de bombardeo sistemático a las zonas industriales y principalmente a la población civil alemana. Los británicos también se enfrentaron con los italianos y alemanes en el norte de África, y al Imperio del Japón, que atacó las colonias británicas en Asia y el océano Pacífico.[1]
Tercera República Francesa[editar]
Al igual que Reino Unido, Francia declaró la guerra a Alemania después de la invasión a Polonia, luchando contra los alemanes e italianos entre 1939 y los inicios de 1940. Sin embargo, después de la batalla de Francia, los alemanes invadieron y dominaron la nación, convirtiéndola en un aliado obligado, y aunque en el sur del país se estableció un gobierno autónomo conocido como Francia de Vichy, los nazis no permitieron alianza entre este y los británicos. Cabe destacar, que durante la ocupación alemana de Francia, Charles de Gaulle estableció un gobierno en el exilio conocido como Francia Libre, el cual proporcionaba una minoritaria ayuda a los aliados.
Después de la batalla de Normandía y la liberación de Francia, en el año 1944, los alemanes fueron expulsados del territorio y los franceses volvieron en totalidad al lado de los Aliados, quedándose con ellos hasta el final del conflicto.
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas[editar]
El 23 de agosto de 1939, la Alemania nazi y la Unión Soviética firmaron el Pacto Ribbentrop-Mólotov, por el cual se repartía a Polonia en dos partes: una para cada quien. El 1 de septiembre, Hitler invadió Polonia por el oeste y el 17 de septiembre, Stalin invadió Polonia por el este.
El 30 de noviembre de 1939, la Unión Soviética invadió Finlandia, pero los finlandeses lograron frenar el avance, aunque tuvo que cederle territorios a la Unión Soviética. El 14 y 17 de junio de 1940, la Unión Soviética anexó las repúblicas bálticas y el 28 de junio y 4 de julio ocupó Besarabia y el norte de Bukovina.
En octubre y noviembre de 1940, la Alemania nazi y la URSS mantuvieron unas negociaciones para la incorporación de esta última en el Eje, que no prosperaron al no ponerse de acuerdo las partes sobre las condiciones de dicha incorporación. (Véase en:German–Soviet Axis talks.) El 18 de diciembre, el Führer firmó la Directiva n.º 21, denominada «Operación Barbarroja», donde se declaraba la invasión relámpago de la Unión Soviética, que debía ser aniquilada, teóricamente, en una sola campaña de apenas un par de meses.
Finalmente, el 22 de junio de 1941, Alemania y sus sus aliados invadieron la Unión Soviética, iniciando lo que allí se vino a llamar la Gran Guerra Patria. A continuación, la Unión Soviética pasó a formar parte de los Aliados de la Segunda Guerra Mundial.
Desde entonces, los alemanes debieron luchar ahora en un enorme Frente oriental contra la Unión Soviética y debieron a su vez asumir la penosa carga de las innumerables bajas por los combates en dicha nación. Entre los alemanes y soviéticos se vivieron las batallas más crueles y sangrientas de toda la Segunda Guerra Mundial y la historia humana, devastando ciudades y asesinando a millones de personas. La invasión de la URSS desfavoreció completamente a los alemanes y propició la derrota de la Alemania nazi en la guerra.
Estados Unidos de América[editar]
Estados Unidos apoyaba a los aliados, aunque no entró en guerra hasta diciembre de 1941, cuando el Imperio del Japón (aliado de los alemanes e italianos) atacó la base de Pearl Harbor en Hawái, los estadounidenses entraron inmediatamente en guerra junto a los Aliados y ayudó en los combates a los británicos. Después de que los Estados Unidos declararan la guerra a los japoneses, Alemania y el Reino de Italia (aliados del Imperio de Japón) declararon la guerra a los estadounidenses, configurando oficialmente los bandos hasta el final del conflicto.
La entrada de los Estados Unidos a la guerra fue muy decisiva, pues este país no estaba desgastado como los demás países beligerantes y se encargaría de ayudar al Reino Unido y la Unión Soviética en su lucha contra Alemania, además de batallar también contra el Reino de Italia. Pero también, se encargaría de detener y hacer retroceder el avance del Imperio del Japón por el océano Pacífico, luchando contra los japoneses isla por isla.
Finalmente, los estadounidenses lograron colaborar en la rendición del Reino de Italia; debilitaron y ayudaron a derrotar a la Alemania nazi a través de bombardeos y tras fuertes batallas, y finalmente tras los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki vencieron al Imperio del Japón.
Formación de alianzas clave[editar]
El generalísimo Chiang Kai-shek, el presidente Franklin D. Roosevelt y el primer ministro Winston Churchill en la conferencia, el 25 de noviembre de 1943.El escuadrón 201Iósif Stalin, Franklin D. Roosevelt y Winston Churchill en la Conferencia de Teherán en 1943.
El 1 de septiembre de 1939, la invasión de Alemania a Polonia dio inicio la Segunda Guerra Mundial. Alemania inició la operación, mientras Reino Unido, Francia, Australia y Nueva Zelanda le declararon la guerra a Alemania el 3 de ese mismo mes. Nepal, Terranova, Tonga, Unión Sudafricana y Canadá se unieron en los días posteriores, debido a la unión de la isla británica al conflicto bélico junto al Principado de Andorra. El 17 de septiembre, la URSS invadió Polonia desde el este y el 30 de noviembre, los soviéticos atacaron Finlandia. Al año siguiente, la URSS se anexó los estados bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) junto con partes del Reino de Rumanía. El pacto germano-soviético llegó a su fin con la invasión alemana a la URSS, el 22 de junio de 1941.
Los Estados Unidos se unieron a los Aliados tras el ataque a Pearl Harbor, el 7 de diciembre de 1941. En la Declaración de las Naciones Unidas del el 1 de enero de 1942, se unieron oficialmente 26 naciones como aliadas (la declaración formó también las bases para la ONU).
La alianza informal de los Cuatro Grandes —Reino Unido, la Unión Soviética, los Estados Unidos y China[2] — surgió en la última mitad de la II Guerra Mundial y sus decisiones determinaron la estrategia aliada alrededor del mundo.
Contribución de los republicanos españoles exiliados[editar]
Alrededor de 10 000 republicanos españoles lucharon contra el nazismo y el fascismo en las filas de los aliados en la Segunda Guerra Mundial, a los que habría que sumar los 55 000 que formaron parte de las compañías de trabajadores extranjeros que movilizó el ejército francés.
Los voluntarios españoles estuvieron presentes en las filas de la gran mayoría de unidades francesas libres de tierra y en un número importante de las navales y las aéreas, lo que hace que los exiliados españoles estuvieran presentes en las operaciones en las que intervinieron las tropas que comandaba De Gaulle: desde Dakar, Berchtesgaden, Gabón, Siria, Líbia, El Líbano, Túnez, Italia y la misma Francia.
Hay constancia de la existencia de, al menos, cuatro unidades militares en el ejército francés y en el británico en las que la presencia de republicanos españoles era mayoritaria. Así pues existía la Spanish Company Number One, que combatió en Dunkerque y en Noruega; el Tercer Batallón de Fusileros Marinos formada íntegramente por vascos; el XIV Cuerpo de Guerrilleros Españoles con más de 8000 miembros y que se acabaría convirtiendo en Agrupación de Guerrilleros Españoles; el Tercer Batallón del Regimiento de Marcha del Chad que acabaría jugando un papel capital en la Liberación de París.
Otros países aliados de la Segunda Guerra Mundial[editar]
Artículo principal: Anexo:Cronología de los Aliados de la Segunda Guerra Mundial
Propaganda anti-Nazi mexicana
Países sudamericanos y latinoamericanos[editar]
Tras la Declaración de las Naciones Unidas, países como México, Colombia, Venezuela y Brasil se unieron a la guerra por ataques por parte de los alemanes a sus navíos, aportando a la guerra participación significativa, la cual ayudó en la recta final de la guerra mundial.
Caza brasileño dañado por flak alemán.Fornovo di Taro, rendición de la 148ª División alemana a la FEB
Brasil no fue el único país latinoamericano en enviar tropas a Europa. Naciones como Argentina también participaron. Cinco mil argentinos sirvieron en las Fuerzas Armadas británicas, a pesar de que Argentina era oficialmente un país neutral. Aproximadamente 750 voluntarios argentinos sirvieron en la Fuerza Aérea Real y la Fuerza de Aire Real Canadiense, mayoritariamente en el escuadrón Núm. 164 (argentino) cuyo escudo llevaba el sol de la Bandera de Argentina y el motto, “Determined we fly (Firmes Volamos)” Muchos eran parte de las fuerzas especiales, como John Godwin.
Brasil envió una fuerza expedicionaria (FEB) a combatir. Entre julio y agosto de 1942, submarinos alemanes hundieron 18 barcos brasileños y hasta el final de la guerra se llegó a 36 buques hundidos y alrededor de 1 100 muertos. Aunque el Gobierno de Brasil se mostraba reacio a entrar en el conflicto, la indignación pública empujó a Brasil a declarar la guerra a Alemania en noviembre de 1942, y a enviar una División completa de casi 30 000 hombres al frente de Italia donde participaron en la rotura de la Línea Gótica combatiendo en el valle de Río Serchio, los Apeninos y Valle del Río Po, donde participaron de batallas como Monte Castello.[3][4]
Mientras que México envió al Escuadrón 201 para observaciones, bombardeos y ametrallamiento de posiciones japonesas, vehículos en convoy y emplazamientos de artillería en Filipinas y Formosa, y pactó con Estados Unidos el envío de trabajadores mexicanos a los campos agrícolas y fábricas para compensar la falta de mano de obra debido al correspondiente reclutamiento estadounidense y finalmente Colombia logra hundir al submarino alemán (U-154) que estaba amenazando al canal de Panamá utilizando un destructor (ARC CALDAS) expulsando a los alemanes de este canal.